domingo, 8 de noviembre de 2015

Paseo Yugoslavo, Valparaíso, Chile.



Un sueño existencial - Fragmento del nuevo policial "Brook Hamilton"

            El sueño y el cansancio físico la habían abatido por completo. Apenas apoyó la cabeza en la almohada quedó profundamente dormida. Se durmió entre sensaciones y aromas. Su cuerpo aún seguía impregnado del perfume de Bernard, aquel que siempre usaba y que tan bien le sentaba. Aquel, con aroma oriental, mezcla de madera y pachuly. También olía a sexo desenfrenado. Aquel sexo que últimamente le era esquivo, hoy se presentaba ante sus piernas abiertas como un animal salvaje con cara de ángel. Un ángel extraño. Un ángel que por momentos la asustaba. Un ángel que insinuaba a veces con desenfundar garras de dragón y despedazarlo todo, incluido ella.
            Sabía que de ahora en más las cosas habían cambiado. Porque el sexo lo cambia todo. Sí, el sexo. Esa sensación única e irrepetible que, por más que sucediese cien veces con la misma persona, siempre tiene algo distinto. El sexo. Uno de los pocos regalos que nos da la vida. ¿Y el amor? ¿Qué hay con el amor? No. El amor es otra cosa. Estamos hechos para tener sexo, no para amar. El sexo es puro, es placer, es irracionalmente instinto animal. El amor es dolor, es cuestionamientos, es una empresa criminal hacia la otra persona de querer imponerle nuestros gustos, nuestros deseos. Una pareja sin amor puede durar años. Una pareja sin sexo se desintegra en cuestión de días.
            -La vida es demasiado perversa. Debería regalarnos más alegrías que tristezas ya que es tan corta.- recordó entre sueños parte de la charla en el pub.
            Sus pensamientos se habían llenado de hormigón. El tiempo transcurrido desde que su ex novio se había ido había logrado crear una coraza de acero y concreto que recubría su corazón de mujer-novia, de mujer-amante, de mujer-sola. Ahora, era solamente mujer. Mujer con ganas de vivir, de tener sexo, de no dar explicaciones y de mandar todo al carajo cuando se le diera la regalada gana.

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