Tiempo.
No necesito
un reloj de pared que machaque permanentemente mi cerebro con su tic tac a modo
de tortura china. No necesito saber qué
hora es o en qué día estoy. Tampoco me importa el mes ni mucho menos el año. No
quiero saber si estamos en primavera o invierno. Me da lo mismo si llueve, si
hay sol o se le da por nevar. Si hay viento norte o sudestada. Puedo padecer
sequías o inundaciones. Puedo soportar terremotos, incendios y huracanes en las
costas de mi alma. Puedo ser invisible al mundo e indiferente a la sociedad.
Puedo volar más alto que un cóndor o surfear las olas más grandes de Australia.
Lo único que no puedo es olvidarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario